“Querida Mamacita.”
Carta dirigida a su madre, relatándole la precaria situación económica del joven matrimonio; no con
signa fecha, pero es algunos años posterior a 1927, cuando nace su hijo José de Rokha, “Pepito,” como
lo llama en la carta. |
Mi querida mamacita,
tanto yo como Pablo nos hemos propuesto
decirle á Ud. siempre la verdad en todo,
sea cual fuere. No puedo ir a verla porque tengo la ropa empeñada. La empeñé hace 15 o 20 días para cuidar a los niños. Está en $40. Yo he logrado
economizar $14, me faltan $26. Yo no quiero pedírselos, ni hacerla sufrir poniéndola en situaciones aflictivas, solo le digo lo anterior
para que Ud. se explique que, teniendo muchas ganas de verla no
pueda hacerlo.
A Pablo y a mí nos parece horroroso pedirle mas dinero y no solo pedírselo
sino tener que aceptárselo porque
consideramos que ha hecho mucho por nosotros.
Ahora con el asunto del profesorado
de Pablo que va muy bien encaminado
y que será una
realidad, él tendrá que ocuparse exclusivamente
de ajitar su nombramiento durante algunos dias, de perseguir
á unos y a otros, de manera que estaremos momentáneamente
mas pobres que nunca, por lo tanto no habrá medio de que yo economice nada hasta
unos dias mas. Pero no se aflija ya nos veremos. Y aunque tambien
siento no poder ver á la Ines ántes de que se vaya habrá que aceptar estos sacrificios con la esperanza
de que cambien para siempre estas cosas.
Los niños están bastante mejor pero como nunca faltan contratiempos, Pepito ha amanecido un poco resfriado á pesar de todos los cuidados que
se tienen con él.
Esto no obstaría para que si yo tuviera mi ropa pudiera ir á verla á la 3 de la tarde, porque
yo los dejaria muy bien arregladitos y nada les pasaria.
La abraza y besa su hija
Winétt
|