WINÉTT1
por Braulio Arenas
Cíngulos de alba cuelgan de la noche.
Todas las páginas
de la poesía tienen un destino curioso,
la ventolera del archipiélago indica ya el sitio preciso en el cual estas páginas caerán, una pasta de luz forman
estas islas, páginas en blanco,
páginas de la poesía (las hojas caen, Winétt ha muerto, la noche
pues no ha cumplido su palabra), páginas
rayadas de esos cuadernos escolares de aritmética, el misterio suma y sigue,
los poetas se toman de esos cíngulos
y con violencia desgarran la noche.
-Noche -le dicen-, tú no has cumplido tu palabra. No has cumplido ni tu noche
ni tu día. Nosotros nos jugamos
la tierra antes del diluvio
y la ganamos. Inmortales,
nos hemos mantenido en la inmortalidad
de la palabra, del pensamiento, del amor y de
la aventura, y tú has creído vanamente
que la muerte podía bajar hasta nuestras filas. Winétt
no es pues de la muerte, es de la poesía.
Ella pertenece a ese archipiélago
de luz
y no a tu mar de noche.
Éste es el archipiélago, el archipiélago que no ha perdido ni la menor de sus páginas desde los días del diluvio. El archipiélago atravesado por las grandes
líneas de navegación y que tiene al océano y al cielo en un sólo puño. Archipiélago inmortal frente a la
realidad pasajera.
Winétt, en ese archipiélago inmortal, tiene un sitio privilegiado de reina.
1 En: SYD, p. XXI-XXXII, sin titular; Arenas,
Braulio. Escritos y escritores chilenos. Santiago:
Editorial Nasci- mento, 1982,
p. 219. No utiliza el tilde del nombre de la autora en todo el texto, en Arenas, 1982;
acentúa
en SYD.
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