I
En este laberinto
de esencias terrenales,
sinceros sentimientos
han dejado que pasen,
como en vista de cine,
las etapas por donde
ha pasado mi espíritu
de su recuerdo al borde;
en él me hube perdido
y
a tientas voy saliendo
para seguir cruzando
el incierto sendero...
ajena a los viaductos
que torcieron mis fines;
desoyendo su acento,
olvidando que existe.
Que a su cerebro lleguen
los perfumes que dono
penetrando en sus vastos
corredores sonoros.
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