II
Yo no escribo mis versos
para el vulgo que escruta,
ni para los que
quieren
buscar literatura:
yo escribo para aquellos
que han leído en mi alma
y para los que
han dado
plumajes de sus alas;
para
aquellos que acierten
comprender mi alma enferma
de belleza, de hastío
al vivir la existencia
y, por fin, para aquellos
que han vivido un momento
la vida de mi vida
con sus remordimientos...
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