IV
Mi espíritu está lleno
de eternos padeceres,
para sentirse
grande
en ellos se sumerge.
No quiere
de la vida
tomar esos momentos
que pasan... y no
dejan
respetuosos recuerdos;
ha sacado de algunos
instantes de amargura
la esencia y ha
regado
con ella ignotas rutas.
El color de esmeralda
de unos ojos queridos
y una sombra perdida
al final de un camino...
son quizás1 de la esencia
la sinrazón2 de una
razón3 que hubo amargado
sus ignoradas rutas.
1 Sin tilde, p. 18.
2 Ídem.
3 Ídem.
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